12/28/2006

Para ellas y ella

Un latido, una imagen líquida de color oscuro.
Cada vez que se tira un cohete muere una estrella.
Voces huecas van creciendo en tus pulmones,
se desplazan a través de tus cañerías hasta salir expulsadas, como si fueran pulverizadas cual perfume barato.

Te sientes lleno, te sientes débil, estás aterrado.
Un reloj blanco y gigante se descuelga del edificio y amenaza con atravesarte.
No importa, te cubres con una gabardina rosa estampada de ositos.

Amasar emoción para gastarla durmiendo.
Despedir la niñez y la juventud de un plumazo.

Mil cárceles te harán más libre que lo que te viene encima.

Tú el egoísta, el hedonista, el soñador
El incauto, el tranquilo, el confiado

Tus deudas serán tan grandes que la mendicidad te parecerá una agradable alternativa.

De pronto, un ruido, un gemido, una sonrisa, una baba te cautivará;
Te quedarás abrazado a ella, a tu compañera, a tu sufridora,
y pensarás que mereció la pena.

12/20/2006

Un año que se marcha tan despacio

Hoy es día 21. El año termina. Hay que hacer balance. Ana y yo vamos a tener gemelos. Me cambio de curro, a ver si esta vez es la definitiva. Lucia tiene fiebre y celos. He pasado dos meses en un extraño hospital. He leído a Fresán y a Eloy Tizón. Cómo será el año que viene ¿Intenso?
Sorpresas pocas. Un nuevo disco de Antonio Luque y grpos tiernos como Dorian y Una sonrisa terrible.

12/17/2006

Greg Dulli sin Mark Lanegan en el Auditori. Primavera Club


Esta noche suena brillante incitándonos a salir de nuestros cuerpos y mostrarnos como en realidad somos.

I'm ready let´s go dice Greg Dulli. Los Twillight Singers están esplendorosos, se manejan con una fuerza adusta y tranquila que los libra de parecer plomizos en los momentos más agrestes.


Ahora suena un solitario piano.


Asisto perplejo a su música robusta, engordadada por el tiempo que lleva en maceración. No pretenden más que hacer rock and roll, sin preocuparse de lo profundo o alternativo que pueda parecer.


Me encuentro avanzando entre el patio de butacas, nos han concentrado en un valle, estamos arrodillados ante su electricidad.


Estoy seducido por un sonido anterior que les rondaba en sus cabezas. La guitarra suena a blues y el humo de sus cigarros decora los primeros rayos de las lámparas y nadie se atreve a decirles nada.

Siempre han fumado es lo que requiere el momento.

Ese piano los transporta a lugares desconocidos, donde refleja la esmeralda.


Ruidos tranquilos, suaves, reposados de los Twillight Singers dejando que la voz afectada por la nicotina los divida.


Una cuestión pendiente son esos sonidos denostados y abruptos que me invitan a deslizarme entre su puntos, unos están romos y otros afilados como hojas recién templadas.


Yo quiero ser un ser tan oscuro y sobrenatural como Greg Dulli.


Ahora el largo hombre de negro se para, desliza un recitado plácido, después o antes de una explosión de ruido. Su voz suena honda, acompañada de una espiral de seis cuerdas que la traslada a los pasajes más inauditos que pudiera imaginar. Luego, de repente, el silencio más absoluto.


Cien guitarras suenan.


Da igual si son dos guitarras, lo están dando todo, el público lo sabe, ellos lo saben.


Es una banda ética, no pueden sentirse de otra manera que satisfechos.


12/12/2006

Engañas a tu pareja?


Hoy en Yahoo se trata el apasionante tema que si mirar a otra mujer distinta de tu pareja puede ser considerado engañar.

El tema se sigue desarrollando de manera creciente ¿Y si le mandas un mail a una ex?
¿Y si lo que haces es quedar con chicas del trabajo a comer o a tomar algo? ¿Y si llegas hasta a besar a una compañera en la fiesta de navidad de la empresa? ¿Y si lo que haces es irte a un Top less con los colegas?

Lo siento no voy a tratar el tema, ni me voy a posicionar, ni confesar. Sólo voy a decir que este tema apesta como apestan las discusiones sobre el aborto, el matrimonio gay y la masturbación. Apesta tanto como las listas de los mejores discos del año, como los programas donde interviene Mercedes Milá. A-PES-TAN.

Son discusiones absurdas, todas las opiniones son respetables, intentan convencer a los demás pero no ceden un ápice en sus propias convicciones y ni siquiera escuchan a los demás. Si el debate es televisado, tras alguna sentencia populista, el público aplaude. AGGGG ODIO al público que va a la tele a aplaudir.

Sé que pretendo imposibles pero si sustituyo la palabra engañar (cheating) por “es pecado” y se retrotrae la discusión al confesionario. Sí señores, lo han adivinado resulta que vuelve Don Fermín de Pas y Doña Ana Ozores y Vetusta ¿Y si sólo le meto la puntita?

El problema no es el tema elegido para la discusión es la trivilización que se genera con este tipo de discusiones. No se si se alguien se acuerda pero no era este el tipo de periodismo de Encarna Sánchez, pues para eso no hace falta Internet.

12/09/2006

Haciendo de psiconauta en el aire

Puedo escribir gracias a que dimos un paseo que nos llevó hasta la Rambla del Raval, allí compré, por módico precio, una libreta y un bolígrafo que han sido mis herramientas de comunicación en esta última escapada a un festival.

Lo primero que quise escribir es sobre extraño deja vu que sufrí. Sentí que estábamos de vuelta el primer día, que llegábamos a la estación de Paralell, nuestro destino, y avanzábamos por un paisaje cuajado de cadáveres después de la batalla del viernes por la noche. Los jóvenes expatriados regresaban como los derrotados, arrastrándose y portando como si fueran lisiados a sus compañeras. Algunas iban desprovistas de zapatos, como sus ancestros, pero por una razón muy distinta que aquellos: las servidumbres del tacón de aguja.

Ya hemos llegado al hotel, hemos pretendido infructuosamente ser saludados como viejos conocidos. La habitación ha sido calificada con aprobado alto y tras haber testado las camas hemos retornado a la calle al corazón del Raval donde todo es nacionalista y nada es catalán.

Sentados en una terraza bajo el sol de otoño casi invernal, me viene a la cabeza una película de Clint Eastwood, En la línea de fuego, cuando le dicen que es una leyenda viviente. Lo comento y nos reímos, nosotros en casi los cuarenta empezamos a ser algo de eso. Se supone que deberíamos estar en casa rodeados de nuestras familias y no a punto de corrernos una juerga en el penúltimo festival del año.

─Este será mi último festival─comento,─Me siento cartujo, las mujeres rechazan mi amistad─añade Pk─.
Puedes hacer como con los caseros, prometerles que les alquilarás la casa para toda la vida y luego largarte─le sugiero un poco en broma.
─Yo puedo hacer eso, es algo superior a mi, no puedo fingir─explica Pk. Pienso que lo que dice no es de muy buen actor, pero en el fondo me parecen palabras con sentido.
─Como he empezado el curso de teatro, tengo oportunidad de conocer chicas de dieciocho, pero son remolonas. No insisto demasiado, les lanzo un par de pullitas y si no observo reacción me retiro. Utilizo el mismo método que en las películas, en las películas funciona.

Nos metemos en un italiano a comer, da igual lo que comemos no merece la pena recordarlo, enfrente de nosotros dos argentinos flirtean con el lenguaje. Llegamos al postre de una poco memorable comida y pedimos tres pacharanes, la camarera nos mira con cara extraña pero nos entiende, no sé si es que tardó en comprender nuestra motivación alcohólica o que de verdad no sabía que era eso tan navarro que le pedíamos.

Me concentro en mis pensamientos y determino que somos un poco jamaicanos, dejo que las ideas fluyan por mi mente sin control.

Andar sobre lagos de hojas secas.
Músculos de vapor activados,
activados por sintonizadores de ojos pardos que vuelan sobre granos de algodón.

Palabras conocidas que sugieren golpes huecos al otro lado de la pared.
Un gallo colgado con las piernas abiertas, las garras abiertas, como si fuera a cazar.
Todo está sombrío aunque hay claros, claros amarillo pálido;
Gemidos grises y limpios.

Veo su pecho palabra de honor.
Palabra de honor que veo sus pechos sonrosados y flácidos en apariencia.
Los deseo, me esperan como jarras de leche que supuran.
Me endurezco y los siento alejarse como el tren que llegó pronto.

Algo se enchufa al otro lado de la pared, como si fuera un aspirador desentrenado aspirando unos granos de polen en línea.

Y la observo como casi desnuda, casi pálida y blanca, como engalanada de encajes imposibles de planchar irrumpe en las verdes aguas guardadas por el lecho negro de las faldas de la colina.

Pizarra y musgo. Musgo duro como lo más duro.
Un campo de tenis en blanco y negro.
Sus piernas sin tostar corren o intentan correr.

Las algas que me cubren y me llenan de babas.
Luces de hiel y extremaunción,
Tenues latidos de alma inconsciente.
Inconsciente y pura,
Porque tienen que ser pura lábil.

Lápices rojos se descuelgan por entre los poros de mi rostro oculto tras las corrientes de paciencia que incendian mi futuro.

Sí, siento tener los labios pastosos pero qué le voy a hacer.

Despierto de la siesta más aturdido que estaba. Los efectos de vapores desconocidos me entumecen de tal manera que a penas soy capaz de alcanzar el metro sin arrástrame. Hemos tomado la dirección acertada, vamos en el rumbo del festival y mis sueños se reproducen con los personajes difusos que veo en el metro, como siempre, pero que nunca fui capaz de plasmarlos.

Sabor inconfundible de una delgadez manifiesta de bailarina rusa, pero rusa de cuando los rusos vivirían tras el telón de acero.

Y me pregunto si me espía, y me pregunto si me observa.
Me verá tan inofensivo que ni se imagina.
No, no se imagina ni por lo más remoto.
Ni una porción de sus labios están tiznados.
El resto de la gente a su lado parecemos furtivos.
Tan correcta, tan vestida de negro.
Su boca parcialmente cerrada parece silbar una agria canción.
La doble de Geraldine Chaplin que llegó tarde y no la pudo suplantar,
Cuando lo intento ya no era famosa.
Me mira, no me mira, no sabe que la quiero cortar el cuello.
No me imagino el color de su sangre y me entran ganas de huir.
Cuando la degüelle dejarán de marcarse sus venas sobre el occipital y su olor mitad rancio, mitad moderno se secará.
No sé si ella es blanda, presiento que su corazón no lo es, que esta protegido por miles de ternillas endurecidas. De pequeño no podía comer carne si apreciaba el más mínimo resto de ternilla, me entraban nauseas, pienso que su corazón me sentará mal.
Me siento débil, tengo que encontrar otro objetivo quizá la chica de las botas de caña alta, tan esbelta, tan libre, sin embargo sé que ella no es para mi, lo sé no tengo que buscar pruebas, no podría mover un músculo por ella me derrumbaría.

Esta historia me hace pensar en las ninfas sorpresa que he saboreado. Todas escasas pero alguna excelsa, inmerecida y huidiza.
Sí mis ojos os contemplan como si fuerais una galería de muñecas rotas. Mis manos os guardan del olvido. No seré capaz de dibujar vuestro rostro, ni siquiera esbozarlo, pero estáis aquí en mis palabras coaguladas.

Es extraña esta línea de metro, más que metro parece un silo para cohetes, algo viejo, eso sí, con achaques, sin lugar a dudas, pero metálico y ese aspecto metálico que tiene este vagón es el mismo aspecto que tenían las naves que imaginó Julio Verne.

Mi hígado se llena de melancolía.

Es ácido el sabor de la sustancia masticada, qué más da, no es un alimento, no es un dulce, es sólo una máscara, no tiene porque saber bien, si supiera bien la tomarían los rectos, como si fueran calamares fritos, pero no voladores, no se confunda, oiga.

11/07/2006

Mi anhelo enfermizo


Un día empecé a escribir un diario. A mi siempre me dieron vergüenza los diarios–los propios y los ajenos–. En el instante que descubrí el diario de Nacho Canut me dije–ya que no puedo ser famoso como él, al menos le puedo emular escribiendo un diario, digo un blog–. Me armé de valor y lo hice. Pasó el tiempo y el diario fue creciendo, crecía como mi persona a garrotazos, de forma desigual; unos días lacónico casi mudo y otros inabarcable y también un poco tostón. Era mío, como el niño feo, sí, es un monstruo pero es mi hijo y lo quiero. Como todo el mundo sabe un mal viento, una tempestad de datos binarios desbocados destruyó el alojamiento donde mi diario reposaba. Mi diario y el de muchos otros que estábamos alojados en Diary-x se volatilizaron. Cuando eso ocurrió me di cuenta que ya no quería ser como Nacho Canut. Que sí, que estaba muy bien, pero quería ser otra cosa, quería escribir. Ese anhelo enfermizo dominó mis pensamientos. Me sentí como el viajero obnubilado por el canto de las sirenas. Solté las amarras que me unían a la realidad y me lancé casi ciego a navegar por un mar lleno de trampas. Yo no era escritor, ni era Nacho Canut. Un día enfermé y recalé en un puerto conocido para sanar mis heridas. Cuando me recuperé sentí que el anhelo enfermizo había desaparecido que a penas sólo quedaba una resaca, un mero movimiento impostado. Hoy noto algo distinto, quizá sea por la lluvia o pueda que sea por haber leído algo que nunca podré aspirar a escribir, se llama “Parpadeos” y es de un tal Eloy Tizón, no se puede ser tan simple y tan evocador a la vez, tan real y tan fantástico al mismo tiempo. Sus frases cortas, despliegan lamentos y risas al mismo tiempo y su ritmo demoledor le permite relatar un segundo en miles de palabras o años en una sola frase, si que resulte aburrido o deslabazado. Yo descubrí este libro gracias a lector ileso. Cuando leo un libro muy bueno siento un anhelo enfermizo por escribir aunque no sea Eloy Tizón.

8/30/2006

Primavera Club de vacaciones

Unos días de vacaciones en Gijón. Todo muy tranquilo, seguimos de vacaciones pero ya en Madrid. Me acuesto tarde, fumo algún cigarro que no debería.

Un hype de Sao Paulo se llaman CANSEI DE SER SEXY y suenan así:



Ellos serán parte del importante cartel que está confeccionando para el Primavera Sound de invierno. Se llamará Primavera Club y será el 1 y 2 de diciembre.

Es posible que en esas fechas las cebollitas estén a punto de aflorar.

8/15/2006

Haciendo guiones y perdiendo en tiempo


Hace un par de semanas, mientras estaba aislado en casa de mis padres para no contagiar a nadie, escribí un relato. Cuando lo terminé, cosa extraña en mí pues nunca termino lo que escribo, pensé que la historia encajaba para hacer un corto.
Ayer quedé con mi amigo PK y le comenté la idea de hacer un corto con ella, me explicó cómo tenía que hacer el guión y hoy he intentado escribirlo. Me he encontrado con los siguientes problemas:

1.- Mi idea era hacer un guión literario y dárselo a alguien que lo convirtiera en cine.
2.-PK me explicó más la parte técnica que la literaria.
3.-He mezclado una con la otra.
4.-Como no me entaraba he buscado programas para hacer guiones. Me he liado más.
5.-Hay escenas que son dificiles de adaptar y más a un guión para un corto de bajo presupuesto.
6.-Son las ocho de la noche y tengo la sensación de no haber avanzado.
7.-Ya me cuesta escribir con un mínimo de coherencia un relato como para además ponerme a hacer guiones.
8.-Ayer por la noche parecía muy fácil. Hoy me parece muy complicado
9.-Los libros cómo hacer quiones que he visto son muy teóricos y poco prácticos.

Los programas de guiones que existen están en inglés y los scripts son una mierda. No sé por qué me obceco tanto con los programas será porque no sé lo suficiente de lenguaje cinematográfico.

Mientras no conseguía avanzar en mi guion, me estoy bajando la quinta temporada de El Ala Oeste de la Casa Blanca y me veo películas malas que me bajo del Emule.

8/12/2006

Nostalgia


No voy mucho al cine. Me gusta, pero no voy. Antes de vivir con Ana iba bastante más. No he dejado de ir por culpa de Ana. Hay otra razón. Lucia tiene 5 años. Lucia se aburre en el cine. Cars y esos productos de Pixar le emocionan menos que Tom y Jerry ¿Por qué no pondrán películas de Tom y Jerry en el cine? Yo podría ir al cine con Lucia, tomaríamos palominas compulsivamente y un gran vaso de refresco con pajita. La verdad es que a mi me gustaba ir al cine a algo más que a eso.

Hoy hemos ido al cine que antes era el Alphaville y hemos visto Una historia de Brooklyn. El Alphaville ya no es el Alphaville. Lo triste es que como está en obras y sin pintar da todavía más pena.
En los Alphaville vi Choose me y The moderns (Alan Rudoph) y Clercks de (Kevin Smith) y Singles (Cameron Crowe), Another Country (Marek Kanievska), Mistery Train (Jim Jarmusch), Arizona Baby (Hermanos Cohen), Reservoir Dogs de (Tarantino), El amigo de mi amiga y Cuento de invierno (Eric Rohmer) Gas, food,lodging (Alison Anders) El vientre del arquitecto (Peter Greenaway) After Hours (Scorsese) Laberinto de pasiones, Entre tinieblas, Que hecho yo para merecer esto, Mujeres al borde de un ataque de nervios (Almodovar) y muchas otras que no me acuerdo o no me gustaron. No quiero ser muy exhaustivo pues confundiré alguna que vi en el Renoir con alguna del Alphaville, es posible también, que alguna de estas películas que cito haciéndome el cinéfilo, las haya visto en video, creo que no, pero puede pasar.
Empecé a ir con frencuencia desde primero de carrera 1985) y dejé de ir cuando comencé a trabajar y tuve que marcharme fuera de Madrid (1992), no lo he mirado pero me imagino que casi todas las películas serán de esa época, año arriba año abajo.
Pero si todos queríamos tanto ese cine ¿Por qué lo han vendido? Yo no puedo hablar porque poco a poco lo sustituí, se me hizo incómodo, tenían muchas sesiones sin numerar y había que hacer cola de una hora si querías sentarte en un lugar decente junto a tus acompañantes. Abrieron más cines de versión original, algunos con palomitas y supongo que los cines que no cuenten con las sinergias de las cadena grandes desaparecerán o mutarán, como este.
Ayer fuimos al Alphaville por error. Quería ver la peli de Goddard en pantalla grande y la ponían en el Renoir. Nos dimos cuenta que nos habíamos equivocado cuando ya habíamos comprado las entradas–sin numerar–, así que por última vez, retorné a mi juventud, sin nostalgia; la nostalgia me entra ahora, en casa y es algo patético y más después de los años que han pasado tras el estreno de Splendor (Ettore Scola)–esta también la vi en el Alphaville– y Cinema paradiso (Tornatore).

Algunos links:

Cómo funcionaba el Alpahaville

La triste noticia


¿Una historia de Brooklyn?
Bien y mal. Algunos diálogos bien, pero tan forzados e inverosímiles como los de las películas de Fernando León. La idea no es mala, me hizo mucha gracia que esté ambientada en el 86–cuando yo veía películas en versión original–, los personajes están exagerados, los personajes que inicialmente están bien diseñados, empiezan a desbarrar y se convierten en una especie de tarados.
Me gusta la suavidad con que se mandan a la mierda, como se amenazan que parece que se van a besar. Los silencios y pistas que dejan por el camino sin aclarar las cosas por completo. Me gusta el niño que se limpia la mano en los libros después de masturbarse. Me gustan los diálogos de tenis, cuando no existían Nadal ni Moya y los tenistas vestían polos de Fila

8/10/2006

Lucia: la comprometida


Cuando no leía me decía que tenía que leer, que leer no era tan malo; tanto me repetí aquellas palabras que acudí a los lineales de libros del hiper—yo por aquel entonces trabajaba en un hiper— y me compré Beatriz y los cuerpos celestes y me la leí. Debió de gustarme pues poco después me compré Curiosidad, Prozac y Dudas y también me la leí. Estaba necesitado de lectura fácil, con tacos, polvos, drogas. Lo que no sé es dónde encajaba de Prada en todo esto. Más tarde compredí que Lucia Etxebarria escribía siempre el mismo libro, con personajes similares y con mínimas evoluciones entre uno y otro aunque los contextos fueran diferentes. Me empezó a aburrir, sus palabras se me hicieron más y más pastosas y por comparción con otros escritores descubrí que Lucia Etxebarria no le llegaba ni a la suela del zapato a Ray Loriga, Eloy Tizón, Isaac Rosa, Belén Gopegui por hablar de escritores jóvenes en castellano.

Lucia, la divina, morritos calientes, premioplanetaria y premionadaliana. Ha hablado y ha dicho esto:

“La escritora Lucía Etxebarría cree que en España sólo acceden a la cultura las personas de clase media-alta, lo que se refleja en una literatura contemporánea donde la novela "social" o "comprometida" está "denostada" o "mal vista" salvo si habla de la Guerra Civil. En una entrevista con Efe, Etxebarría (Valencia, 1966) describe a España como "una sociedad clasista" con escritores que normalmente son de clase media alta o muy alta y en cuyas novelas el protagonista tiene "piso en el barrio de Salamanca, hipoteca pagada y problemas existenciales" que no tienen que ver con la realidad.”


¿Qué entiende usted por novela social? ¿Defíname muestras de social en otros formatos? ¿Son acaso sociales las películas de Fernando León de Aranoa?¿Qué escritores sociales conoce usted de otros países?¿Es usted un ser social?¿Es usted social porque vive en lavapies?¿A usted le jode lo de Javier Marías?¿A usted le jode Enrique Vila-Matas?¿A usted le jode Alvaro Pombo?¿A usted le jode Ramón Buenaventura?

Señora Etxebarria. Esto se llama demagogia y usted lo que quiere es que se hable de usted y se genere polémica para que se promocione su próximo libro. Pero ya que habla usted del panorama literario, la voy a decir un tipo de novela que está denostada y esa es la suya, sus novelas apestan por fáciles y por mal escritas.

“…en España sólo acceden a la cultura las personas de clase media-alta, lo que se refleja que la novela social esta denostada”

Usted concluye que las personas que de clase media-alta no son sociales o comprometidas. Y por eso no tragan la novela social ¿Qué novela social o comprometida se ha publicado en España? A mi sólo me suena Belén Gopegui y no me parece que esté denostada. Lo que ocurre es que los planteamientos de Belén Gopegui son opinables, en especial los que afloran de “El lado frío de la almohada”. Por cierto, hablando de Belén Gopegui ella sí es una escritora comprometida, ella sí escribe bien y no busca el camino fácil, ella no se monta en una cama y va por la playa vestida de mamarracho diciendo estupideces.

Esta agitadora de masas dice: “Tampoco cree que la Guerra Civil le importe mucho a la gente de su barrio (Lavapiés, Madrid) "cuando tienen 600 euros de sueldo, de los que 400 son para pagar el alquiler de una casa "donde viven 40".

Vale. Seguimos con la demagogia. Vayamos a hechos concretos. ¿Qué ingresos ha obtenido Lucia Etxebarria el año pasado por ejemplo?¿Qué cantidad ha donado para mejorar los problemas de su barrio?¿Vive usted en una de esas casas de 40?¿Vive usted en una casa ocupada?¿Cuál es su concepto de la propiedad privada?¿Y de la herencia?¿Qué hace usted por cambiar el mundo en el que vivimos? Perdone, se me había olvidado, que lo que usted va a escribir es una novela social y con eso ayudará a la realidad de la gente de su barrio. Supongo que una parte de lo que ingrese con el libro lo entregará para que acceda a la cultura gente de clase baja que puede apreciar sus libros.

“En su reflexión sobre el estado actual del mapa literario destacó que «en nuestro país existe un modelo único de escritor que es poco arriesgado y tiende a seguir unas pautas muy determinadas». La ganadora del 'premio Coca- Cola' -un galardón, ironizó, «mucho más importante que el Nadal, porque participa muchísima más gente»- considera que «la ideología de izquierdas de los escritores españoles es 'súper-light'». En sus críticas señaló que «en España ser de izquierdas significa reivindicar la Guerra Civil, pero hasta ahí; sin embargo no parece que signifique el ser pro-Hezbolá, ni el militar en los movimientos anti-globalización». Lamentó que «parece que lo que importa es mostrar que esto es la derecha y esto la izquierda, pero dentro de un territorio muy, muy limitado».”

Lucia, que confundes cultura con literatura, que confundes cultura con medios de comunicación, que lo que te gustaría es que tus mierdas de libros que tanto vendes fueran abrazados por la crítica y como no es así, la “denostas” por pertenecer a la clase media-alta. Cómo lo que hacen es destrozar tus libros por la incoherencia de tus personajes, por lo forzado de los diálogos, por lo poco arriesgado de las estructuras y por el uso de tu pobre uso de la lengua hispana ¡Ay! Perdona que no has hablado de crítica sino de sociedad clasista que accede a la cultura.

8/09/2006

Lo más fashion



El grupo se llaman the Horrors y el video es de Cris Cunninham. Puede que Rudy Protudy y los Fuzztones vuelvan a estar de moda.

A mi me mola aunque sé que todo es mentira, la chica, el video, el grupo ,la canción. La canción se llama Sheena is a Parasite.

8/04/2006

El tigre dentro de mi

Lo que viene a continuación lo debería de enterrar y no tentar a la suerte, pero a lo mejor generó un conjuro extraño que me ayudó a cazar al tigre y ahogarlo en el hielo perpetuo del glaciar , cerca de la montaña mágica.

Hacía tiempo que no escribía con un boli sobre un cuaderno. No lo hago por placer sino por necesidad. Escribo por terapia. Me tambaleo. Es media tarde, todo el mundo se ha marchado, estoy solo, bueno no del todo, me acompaña el vegetal de siempre, mi compañero, mi escolta, mi reflejo. No, no estoy sólo, aún queda un lecho de fango en el cauce, no fluye, no suena pero tiene constantes vitales. Qué culpa tendrán las ranas de habitar en tan sórdida finca, son feas e inútiles, no importa mucho. Me voy del tema, es mejor. Vuelvo, hasta que dure, que espero que dure mucho hasta que se consuma y entonces que se preocupen los demás, que yo ya no podré. Que se preocupen o se liberen.
Hoy me siento erróneo, flácido, planchado. Me veo y observo mis piezas esparcidas por lugares desconocidos. Ustedes disculparan tanto “ego”, tanto “yo”, tanto “me”, pero no me encuentro con ganas de hablar de Vargas Llosa, o de Los Planetas, o de Natalia Berbeke. Si salgo de está ya les hablaré. Disculpen ¿Me dejan seguir? No les queda otro remedio, si se aburren vayan al bar, no se puede fumar pero el café no es descafeinado.
En mi interior hay un tigre, dentro de una selva que me incita a salir a cazarlo, pero tengo miedo, no soy cazador, nunca me ha gustado la caza, pero me lo pide con insistencia.
No me siento de ningún lugar me siento más bien un indigente que vive de los minutos que sobran del día.
No pienso en ella, pero si en una especie de parálisis, de asfixia llena de tubos, de respiraderos, por donde los aguijones se incrustarán en mis terminaciones nerviosas y recorrerán como serpientes mi cuerpo, hasta que se agote mi esperanza y me calme por completo y asuma que soy un enfermo, que recorrerá un pasillo amarillo, lleno de luces viudas. El que me empuja estará deseando abandonarme en el primer hueco que encuentre y pasará el tiempo y no llegará doctor alguno, y cuando aparezca, mirará con seriedad la hoja a los pies de mi cama e intentará no decir más de lo necesario antes de marcharse.
Buscaré consuelo en lo accesorio, pero todo lo que vea me recordará lo que no he sido capaz de hacer, los abrazos que me he ahorrado, las pieles que se rozaron y separaron por el sudor y el sueño, las tardes ensimismado por un gol que nunca llegó. Estaré a punto de llorar, porque es lo único que me quedará para completar la liturgia, pero pensaré que hay que aguantarse y estar entero. Después de un rato decidiré lo contrario, si además de estar jodido no puedo llorar, qué es lo que me resta, eso hará sentirse mejor a los demás, es lo que esperan. Yo quiero llorar, quiero llorar un glaciar y ahogar al tigre de una puñetera vez y aunque eso sea imposible y no ocurra así, eso es lo que deseo. No deseo que un supuesto artista en pijama me seccione el pecho y saque un arcoiris de problemas de dentro.
Me acuerdo de Ana y de Lucia sin poder hacer nada par evitar lo inevitable, con las lágrimas escondidas en los párpados y la sonrisa que tiembla.
No puedo, no debo escribir más.

Esto lo escribí el día que me confirmaron, luego no fue así, que tenía algo muy chungo dentro. Estaba jodido y me puse a escribir para expulsar mi dolor, no me sentí mejor, la verdad.

Es la primera vez que lo muestro, soy un exhibicionista, lo siento, estoy tan contento que poco me importa lo que viene mañana.

8/03/2006

Como envejezco

He estado muy enfermo. No es una excusa para justificar que no haya actualizado. He estado hospitalizado. Ha sido muy fuerte, como un episodio de House, pero yo era el enfermo y mi médico no era House. Intentaré hacer un breve resumen:

Dia 4

Acudo a mi cita con la doctora de cabecera. El motivo es que tenía fiebres y me encontraba cansado, también me dolía la espalda. La doctora mira la radiografía y el análisis de sangre y me dice que hay algo raro en el pulmón y que hay que ver lo es. Que los análisis de sangre hay indicadores que salen disparados. Me dice que me prepare, que debo de ir a urgencias con su informe y que me ingresen y me hagan pruebas. A mi pregunta de -¿Doctora qué tengo?- me responde que puede ser neumonía, tuberculosis, o... y ahí no quiere continuar pero vamos yo, como el cliente de Media Mart, no soy tonto y asumo que puede ser algo chungo.
Me voy a la Paz, lo de Urgencias ya lo contaré más despacio, pero era más parecido a un hospital de la franja de Gaza que otra cosa. Después de mucho esperar, me ingresan. Me hacen la prueba de la tuberculosis y da negativo, eso aunque parezca mentira no es bueno porque la otra opción que queda, descartada la neumonía es la peor. Paso una noche en urgencias. Me trasladan a la Carlos III. En la Paz no hay camas.

Dia 5

Me trasladan a la Carlos III, está mucho mejor que Urgencia de la Paz.

Dia 6

Me hacen un Tac. Resultado no sé, me preguntan que si fumo y como digo que sí, parece que suman dos y dos y ponen cara de ¡Claro, ahora lo entiendo! La cosa está chunga, pero no me dicen nada, todo lo que sé es porque Ana le sonsaca a la doctora.

Dia 7

Me hacen una broncoscopia, es una putada. Consiste en meterte un aparatillo por la nariz que baja por la garganta, luego por la glotis, las cuerdas bucales, para alcanzar los pulmones. Allí con una cámara que tiene se compara el pulmón dañado con el sano y se toman muestras para el análisis. Es muy molesto todo el proceso, parece que me voy a ahogar. Usan anestesia local que te introducen mediante un curioso aparato que la lanza por la nariz.

Como el día había sido divertido la siguiente prueba es una punción de un ganglio que tengo inflamado en el cuello. Me agarran cuatro chicas con bata para que no me mueva. Me conectan a un aparato de ecografía y apuntan con una aguja al ganglio. El dolor es extremo, la sensación rara, además resulta que el nervio de mi brazo derecho termina donde esta el ganglio, cada vez que me pinchan sufro un fuerte calambrazo que recorre todo el brazo, me pinchan tres veces la última vez es insoportable, no parecen muy contentas con la cantidad de material recogido. En caso de que las dos pruebas de hoy fallen me tendrán que abrir el cuello y sacarme el ganglio y analizarlo. Me cuesta pensar que después del daño que me han hecho no sirva para nada.



Dia 8

Sábado los sábados no hacen pruebas ni viene la doctora ni nada

Dia 9

Los domingos lo mismo que los sábados

Dia 10

La doctora, mi doctora, no me dice nada, no sabe nada, dice que luego llamara a ver el resultado. Otro día más esperando

Dia 11

Las pruebas no han servido para nada, es decir no se ha podido analizar la masa extraña que tengo en el pulmón y por lo tanto ella recomienda que me trasladen a La Paz paa que me hagan una cirugía me abran el pecho y se me haga una biopsia.
Aunque no hay pruebas concluyentes están casi seguros que lo que tengo es cancer. Ana y yo nos lo tomamos bien, todo lo bien que te puedes tomar estas cosas, mi padres lo pasan fatal.

Dia 12

A esperar el traslado

Dia 13

Sigo esperando

Dia 14

Como es viernes, me trasladan a La Paz. Lo hacen por la tarde, en Taxi, un espectáculo. Yo en pijama por admisión del Hospital y resulta que no hay cama, luego sí hay. Me meten en una habitación.

Dia 15

Es sábado. Nadie sabe casi nada de mi, me dan de comer y eso pero nade me dice nada

Dia 16

Es domingo. Los domingos la gente descansa en los hospitales también.

Dia 17

Viene un médico, al fin. Me dice que hay un error que el traslado de la Carlos III está mal realizado que no se puede mandar a alguien de un hospital a otro a que le hagan una operación por urgencias, saltándose la lista de espera. Yo no tengo ni puñetera idea de que me habla. Me dice que el examen que me han realizado es incompleto y que ellos no me van a operar pero que me verá la neumóloga y ella decidirá. A la media hora viene una doctora muy simpática que dice que me van hacer dos pruebas el miércoles y el jueves y que el viernes me dan el diagnóstico como muy tarde. La primera prueba, que me realizaran el miércoles, consiste en una punción directa en la masa, a través del pulmón. La segunda es una especie de TAC pero con unisótopo se llama PET TIC, esta me la realizarán el jueves.
Estoy flipando, espero que estos cumplan. Llevo desde el día 4 sin saber qué es lo que me pasa, sin ver a mi hija y pensando que mi vida va a cambiar y no precisamente para bien.

Dia 18

Día de espera me sacan sangre, me hacen pruebas de capacidad pulmonar, me hacen otra radiografía.

Día 19

Me hacen la prueba de la punción. No me dolió pero psicológicamente es muy fuerte cuando te dicen —te voy a pinchar— y sientes que la aguja perfora tu piel y tus órganos como si estos fueran de cartón. Lo difícil de la prueba es seleccionar el lugar exacto donde te pinchan, para ello usan un scanner, como los de los TAC, no te puedes mover durante los 20 minutos que dura la prueba.

La doctora viene y me dice que al día siguiente tendrá resultados


Dia 20

Me hacen la prueba del Isotopo. Prueba bastante rollo, porque no te puedes mover pero al menos no te putean, ni te clavan nada, sólo te inyectan material radiactivo (sic)

Cuando llego a mi habitación me viene a ver la doctora, me lleva a un despacho y me dice que lo que tengo es TUBERCULOSIS. Que no tengo cancer, ni nada chungo. Que tengo que estar 15 días aislado y tomar unas pastillas y finalizado ese periodo puedo hacer vida normal.

Me voy a casa de mis padres a cumplir con el aislamiento. Como Ana está embarazada es mejor evitar el contagio.

Dia 3

Hoy tengo acceso a internet y os cuento este rollo. Los mellizos, los cebollitas, está muy bien, parece que van a ser otras dos niñas pero aún no se sabe. Estoy muy contento. Hay que estar muy preocupado para estar muy contento.

Lo malo del tratamiento que no puedo beber alcohol y ni tomar el Sol así que el verano lo veo raro.

6/28/2006

La Marsellesa


Ayer estaba sentado en el sofá de casa, Lucia sufría una fiebre interminable que sin embargo no la impedía rechazar con toda la absurdidad que la infancia tiene la medicina que le bajaría la temperatura.
El enfermo no quiere curarse, se está mejor enfermo que sano: puedes estar en la cama, todo el mundo es amable contigo, está permitido dormir a deshoras y ver programas absurdos en la televisión. La verdad es que estar un poco enfermo está muy bien. A mi sin ir más lejos me han venido atacando unas fiebres extrañas a la hora de la comida, que remitían, previa ingestión de termalgin, a las pocas horas, mi vida era una dicotomía o me marchaba a casa a disfrutar de mi cama fresca y recién hecha, o me quedaba en la oficina, con la certeza de que a las pocas horas la temperatura bajaría y, aunque mi interés y dedicación no, podría continuar mi trabajo.
Comentaba que ayer estaba sentado en el sofá y España jugaba con Francia, a Lucia, que no la interesa el fútbol, la suelo decir que vea por lo menos los himnos, no sé muy bien porque lo hago, quizá para que se sienta identificada con la bandera y el himno de su país, quizá para esté presente en la parte litúrgica de un juego dominado por los intereses comerciales, no lo sé con certeza. Ayer Lucia tenía fiebre y yo en lugar de dejarla que disfrutara de sus dolencias la puse a ver el himno.
Empezó el himno de España, en la televisión se veían los rostros asustados y sin poder asumir la responsabilidad de los españoles que jugueteaban con su mirada dejándola perderse en el infinito, como si allí estuviera la fuerza de la que carecían. Después empezó La Marsellesa y entendí que comparando un himno con el otro este le daba mil vueltas al de España, los franceses cantaban la letra como guerreros antes de la batalla y nosotros nos empequeñecíamos más y más. Al terminar el himno se hizo un silencio sólo roto por el miedo frío de nuestro equipo. Yo lo vi claro, cuando el himno terminó pensé –nos van a ganar, se nos van a merendar–. Y a fe que lo hicieron, los experimentos paleto-Kalimotxeros del OPA! y el ¡A por ellos OE! No pudieron con la Marsellesa, estaba claro.

Aux armes citoyens!
Formez vos bataillons!
Marchons, marchons,
Qu'un sang impur
Abreuve nos sillons.

6/22/2006

Premio Herralde


Los últimos dos libros que he leído–el último, Suicidios ejemplares de Vila-Matas y el penúltimo El desfile del Amor de Sergio Pitol me han dejado un regusto raro–.
No sé si he leído con estado adverso, desconozco si mi capacidad de abstracción está atorada o son quizás los kilos de menos que he perdido, que resulta que también he perdido de cerebro pero no le he cogido el gusto al libro de Pitol–Premio Herralde por unanimidad, pues vaya, me parece una obrita menor un divertimento comparado con la hora azul o los detectives salvajes–. Yo como soy un ignorante, pienso que si digo que no me gusta un libro va a ser por eso, por ignorante, no se hizo la miel para boca del asno. Pero es que resulta que el libro de Pitol tiene su aparente gracia, esa palabras tan rimbombantes, de los personajes y la imposibilidad de alcanzar la verdad, y yo digo qué mierda de historia es la que hay que saber, no digo que sean las tramas ocultas del asesinato de Kennedy pero es que a mi como lector de da igual lo que haya ocurrido. Entonces que importa que no se sepa la verdad si nos importa un carajo. Pongamos un ejemplo de una historia inventada:

Un niño camina por la calle, lleva pantalones cortos, polo de colores, zapatillas blancas y bota una pelota de fútbol de reglamento, que no de marca. Va camino del centro comercial, cruza sin usar el paso de cebra lo que provoca una fuerte regañina por parte de un agente de movilidad. Al otro lado de la acera se muestra el centro comercial, majestuoso, destartalado y coronado por pirámides de cristal oscuro, no hace mucho tiempo transparente. Recuerda que hace dos años un hombre con traje gris escupió en ese mismo sitio y una señora con un carrito de la compra resbalo y perdió algo de fruta.
El niño se acuerda porque subió corriendo las escaleras del centro y llamó al de seguridad, que pidió una ambulancia y reprendió al señor del traje. El señor del traje negaba cualquier relación en la caída y mucho menos el haber perpetrado un hecho tan insalubre como era esputar en la vía pública. Unos quince minutos más tarde un BMW fue sustraído del aparcamiento, el dueño del vehículo acusa a la señora de haber organizado su caída para distraer a los miembros de seguridad y favorecer el hurto de uso de su vehículo. Una chica que está acodada junto a la barandilla de la escalera es besada por un desconocido, la chica acepta el beso al ver las llaves de un BMW último modelo. La chica resulta ser la hija del hombre que escupió en la calle, que produjo la caída de la señora que movilizó a la seguridad del centro que descuidó la vigilancia del parking, que permitió a alguien robar un BMW y así poder besar a la chica.

Esta es una historia absurda, a quién le importa, con independencia de lo exagerada que está. Todo encaja, porque se mete a presión. Los personajes están bien perfilados –los de Pitol, no los míos–, pero es que podía tener la novela 200 páginas más o menos que da igual.

¿Destripo la historia? Hombre siendo Premio Cervantes y del año 82 ya la deberían haber leído y si no lo han leído, lean otra cosa, que hay cientos de libros maravillosos que se encuentran olvidados.

La destripo.


Un historiador mejicano afincado en Inglaterra durante largo tiempo regresa a Méjico con la intención de publicar su libro sobre el año 1912. Casi por casualidad le llegan unos documentos de un acontecimiento que ocurrió cuando era pequeño. Los hechos ocurrieron durante la celebración de una fiesta en un edificio de apartamentos donde el vivía. Un edifico de apartamentos que estaba por aquel entonces de moda. Se produce un asesinato de un austriaco, el hijastro de su tío y dos jóvenes son heridos. Parece que a lo largo de la historia aclararemos qué es lo que pasó y por qué. Pues no, nos presentará a diversos personajes todos más o menos interrelacionados y que cada uno cuenta la historia como le apetece. Por momentos para que la historia importante es otra, la razón de la muerte de un tío del protagonista, pero tampoco se queda a medias. Aparece un tal Martinez–matón del tío– y un periodista lleno de rabia y prevención que guarda una historia de un castrado y majestuosa entre todos una tal Delfina a cuyo alrededor parece acontecer todo y cuyo hijo después de años muere. Y dirán ustedes:

¿Y que?

Pues eso mismo digo yo. Que vale, que muy bien. Y quién soy yo para decirle nada al señor Pitol yo que junto letras con desgana y poca categoría.

Pues eso mismo digo yo.

Suicidios Ejemplares está mejor pero no es El viaje vertical. Hay algunos relatos muy divertidos, otros algo más plúmbeos. Pero vamos yo creo es un cojunto de relatos sin pretensiones que algunos alcanza altos vuelos.

6/18/2006

Pasatiempo. El juego de los siete errores (Inciso nº 1)



Además de que en una foto está Ana y en la otra Cesar ¿Qué más cosas han cambiado en poco tiempo?

Momentos tiernos del Viernes Isobell y Richard Hawley (6ª Parte)



Buen disco el que grabaron a duo Isobell y Mark Lanegan, sorprende un poco que la princesa de la suavidad y la inocencia, del perrito en el parque de Glasgow, de los inocentes momentos cotidianos, se nos transforme en una especie de cantante country americana, pero la verdad es que lo hace bien, su camaleónica vida musical va evolucionando a mundos fronterizos, leves y calculadamente solitarios.
Isobel salio al escenario acompañada de una excelente banda y el encargado de hacer de Mark Lanegan era Eugene Kelly, este chico estaba en The Vaselines, pero no tenía el gusto. Ballad of the Broken Seas, que así se llama el disco que ha hecho esta ex Belle and Sebastian, ex Stuart Murdoch con el ex Screaming Trees, ex Queens of the Stone Age, es un buen disco y fue reproducido con esmero y sencillez. La noche se trufó de suaves sonidos, casi susurros de espuma que nos hacían pensar en momentos tristes y a veces felices. Isobell es tímida pero afronta con competencia su papel de estar al frente. Muy recomendable para los amantes de los sonidos acústicos y desmayados.

En un festival tienes que elegir, a veces aciertas y a veces te equivocas, nosotros nos equivocamos con Lou Reed y Killing Joke pero acertamos con The Boredoms o con Shellac–eso no vale, sí que vale, yo estaba tan afectado por no tener entrada que pensé que al igual que el año pasado con Tortoise ya no tendría sitio–A veces la elección es imposible y ver a Isobell nos retrasó considerablemente la llegada a ver a Richard Hawley. Por aquel entonces Ana y Elena ya habían llegado perfectamente acreditadas. Las fuerzas aún intactas y sólo vimos el final de lo que presumo un maravilloso concierto que sonaba fantástico.

El viernes todavía serenos en el Primavera (6ª Parte)



Creo que nos comimos un perrito caliente, un Frankfurt como dicen en Barcelona, y nos dirigimos rápidamente al escenario Vueling donde tocaban Drive by Truckers estos a diferencia de los anteriores son un banda sincera que pone sus tres guitarras, las tres hachas, al servicio de imágenes de Alabama, ladrones y forajidos que recorren las carreteras secundarias, que duermen en moteles de carretera y que no paran de huir luchando por alcanzar la frontera del estado. Su compenetración y manejo superiores, me encantaron. Y llegamos a uno de mis mitos de juventud Killing Joke tocaban cuando ya empezaba a anochecer en el escenario grande, ellos fueron el primer grupo que vi en directo, tenía 15 años y fue en Rock-Ola, esta historia creo ya la conté en algún momento asi que no la voy a repetir. En aquel momento el grupo estaba en su esplendor, cuando estallaron las bandas afterpunk inglesas, establecieron un marco de sonido tupido, a veces aterrador, a veces bailable y que con el tiempo derivaría en un rock de guitarras más comercial. Jaz Coleman y yo nos reencontramos ya mayores los dos–él más que yo–y aunque son capaces de representar un ambiente fantasmagórico de terror victoriano, su estilo musical ha derivado hacia una aproximación del sonido de NIN o Ramstein: ruido, guitarras, gritos, poses y poco más. Jaz Coleman no es desde luego Peter Murphy este sí que tienen un pacto con el diablo. A la quinta o sexta canción–y aguantamos mucho–nos fuimos a ver a Isobell Cambell.

6/16/2006

Con esta entradita terminamos el concierto de los Yeah Yeah Yeahs (5ª Parte)


Empezó Karen O agarrando su micrófono verde fosforescente que era muy llamativo pero que no sonó en la primera canción. Ella era la sacerdotisa de una liturgia que ya hemos visto mil veces. Los Yeah Yeah Yeahs son una banda de rock que calca en sus actuaciones todos los clichés del rock, se apoyan en toda la imaginería e iconografía tradicional de los rock and roll star, de los dinosaurios vamos. Karen posa, grita, salta, se masturba con el micrófono verde y lo que al principio resultó entretenido, empezó a provocarme bostezos después de un rato. Me di cuenta de que eran unos malos actores representando un papel antiguo, que no les sale de dentro. El guitarra se mira cien veces en un espejo invisible–¿Es cool esta postura? ¿Levanto más la ingle para que se note que mi polla cambia el ángulo de inclinación de la guitarra –probablemente pensara algo similar. Es pinturero, cambia de guitarra a cada canción como si hiciera falta modificar afinaciones de su monótono rasgado y rodeado de mil pedales no deja de disfrutar consigo mismo. Es joven, es guapo, es un rock and roll star, seguro que tiene acceso a un monitor de video para corregir su postura y quedar suficientemente empalmado consigo mismo. Con la guitarra no hace nada de otro mundo, pero pone cara de hacerlo, el problema es que este truco en un festival donde las guitarras y los guitarristas abundan se nota mucho. Que rompa la guitarra a lo Pete Townsend o Hendrix no es más que otro efecto visual muy calculado. Si ayer los Drones lo hubieran hecho hubiera sido otra cosa, a ellos la música les salía del hígado a los yeah yeah yeah del cerebro y eso se nota sin embargo pasamos un rato divertido. La verdad es que según nos dimos cuenta de las trampas que nos mostraban nos fuimos retrasando y vimos otra clase de trampas, como la chica de la foto que tras pasar tres veces delante de nosotros nos hizo cuestionarnos muchas cosas pero como buenos tíos al final fuímos a lo importante ¿Qué tipo de bragas llevaba?

6/14/2006

La historia más larga sobre el Primavera sin que la cuente Julio Ruiz (4ª Parte)


Estábamos perezosos, sólo queríamos tomar una cerveza y comentar cosas sin importancia.

La terraza estaba llena de turistas, unos, que parecían ingleses, y que nos imaginamos que eran de algún grupo, no paraban de beber pintas y tarareaban canciones. Yo ponía el oido, eran una especie de OasisBabyshambles: unos parecían Noel Galagher y otros Pete Doherty. No sé quienes eran, a lo mejor un grupo de un charter de Mallorca que se había escapado del Prat y pretendía suicidarse a base de beber hasta no poder más, o los pipas de alguno de los grupos, o un elenco de plumillas de los medios británicos más importantes.

Se estaba tan bien en la terraza que nos pusimos a comer y todo y hasta tenían pacharán, no como el bar dominicano, después de dos de pacharanes, breve siesta y otra vez hacia el forum, Ana se quedó esperando a Elena.

“Caminamos por los pasillos del metro, sólo nos fijamos en las chicas, las taladramos en secreto con nuestros ojos lascivos, dentro de unos segundos las olvidaremos.
Hay mucha gente, a esta hora la genta que va en el el metro no parece moderna, aunque lo sea. Se ve a gente con bolsas de muebles o estanterías de esas que venden en el IKEA. Una chica rubia nos mira pero creo que lo hace con reproche o simplemente despistada, ensimismada con sus problemas del trabajo o con su novio, o cansada pensando en el resto de cosas que tiene que hacer antes que termine el día. Esa chica rubia nos mira, pero no nos mira, sólo nos utiliza como rampa de lanzamiento de sus imágenes inclinadas.
Según escribo levanto la vista de vez en cuando para ver si alguien me mira. Nadie lo hace, soy yo el que mira, nadie se asombra de que alguien escriba en una libreta en el metro, quizá debería mirarles más como si fuera un copista, para que se dieran cuenta que escribo sobre ellos. Acaba de entrar una chica que tendrá entre 20 y 25 años con el pelo estilo Carnaby Street, tiene la piel muy blanca me pregunto si llevará nuestro mismo destino.
Ayer a mitad de trayecto entraron tres hombres cincuentones, uno de ellos llevaba en el pecho un adhesivo que decía “Contra los despidos de Taurus, defendamos nuestros derechos”. Eran tres hombres mayores que debían llevar desde que eran unos chavales trabajando en la misma empresa, empezaron de aprendices y luego fueron progresando: de peón a especialista, de especialista a oficial y alguno llegó hasta a Jefe de Equipo.
Hace dos años la fábrica cambió de dueños, prometieron que tendrían trabajo para toda la plantilla, que se conservaría el empleo, sólo les pidieron moderación en la negociación del convenio. Hoy nadie se acuerda de aquellas promesas, en la última asamblea les comunicaron que lo que quiere La Dirección es reducir de un plumazo a un cuarto de la plantilla. Ellos piensan que si permanecen todos juntos conseguirán que La Dirección se eche atrás, además está la Generalitat que ha dicho que no se permitirán más deslocalizaciones y menos con el nuevo Estatut. A mi me parece que los van a ir largando a todos, poco a poco, despacito, a lo mejor a este expediente aguantan, luego habrá otro, con menos dinero y luego el de cierre,les indemnizarán, pero no lo suficiente.
Al principio con la indemnización y la prestación del desempleo se puede aguantar, pero con 53 años se es muy mayor para que te contrate nadie y muy joven para jubilarse. Tanto tiempo en casa con sus mujeres no será algo normal, la falta de costumbre de estar juntos, el no saber que decirse, la relación que sólo se sostiene frente al televisor. Discutirán, se dirán las cosas que llevan ocultas lustros y que en un arrebato de ira se lanzarán el uno al otro. Descubrirán que sus hijos existen, crecen y cambian y que ya no les necesitan más que para que les den dinero y pases de pernocta. Se empezarán a sentir cada día un poco más muertos y se juntaran los tres en un bar, o en una cena triste y uno de ellos les informará que se separa de la mujer que ya no pueden más. El otro, no les dirá que cada día se siente un poco más muerto, que también ha pensado en separase pero que no se atreve, lo que no sabe es que su mujer ha pensado lo mismo pero ha postergado su decisión porque le da pena, el tercero los mira y desea estar lejos, muy lejos de allí, pero no se imagina donde, una vez estuvo en Fuertenventura, era un lugar bonito, calmado, hacía viento…, el metro llega a la estación del Forum y ellos se quedan en su conversación esperanzada, creyéndose sus teorías y sus pactos y sus comités”.

Llegamos bastante pasadas las seis por lo que sólo nos da tiempo a ver el final de los Constantines. Esta canción fue una exhibición de entrega y energía. Hay muchas bandas que han adoptado la distorsión y el ruido como uno de sus leit motiv, algunos no lo saben pero eso lo hacían ya King Crimson y el Krautrock y el sonido Canterbury. Desde hace un tiempo hemos vivido una especie de revival de ese sonido y genbte tan interesante como Mogwai ha tomado muchos elementos de esos sonidos, sin embargo hay ruido y distorsión que me creo como con The Constantines y otros casos que no. Espero llegar antes la próxima ocasión.

En unos minutos irrumpireronn en el escenario grande unos de los platos fuertes, The Yeah, Yeah, Yeahs. Y la verdad es que me sorpredieron, perono en el modo que yo esperaba.
Es un grupo que lo tiene todo: imagen, actitud, buenas canciones y ganas. A pesar de abrir el escenario grande, estrella Damm, no presentaron complejo alguno, al contrario Karen O, la voluptuosa cantante, se disfrazó con un vestido que era una clara referencia los colores de la senyera y llevaba una pashmina brimmante de color blaugrana. A mi me pareció bien, de hecho es de lo que mejor me pareció de su concierto. Karen O quería provocar y no tanto en lo político, donde pienso que simplemente quería agradar como en la perturbación sexual del respetable, llevaba una falda corta, muy corta y sólo la protegían unas medias que apenas cubrían la mitad sus muslos, al final la imaginación estaba demasiado presente.

–Un inciso ¿Y eso que tiene que ver?
–Nada es que no me gusta que me tomen por baboso
–Ya ¿Sabes que te digo?
–Que te falta algo para terminar esta representación puritana con éxito.
–Tienes razón ¿Cómo se me habrá podido olvidar?
–Para eso estamos, por mi te puedes sobrar
–Gracias. Es que iba vestida de guarra y así no se puede.
–Olé
–Guarra, más que guarra.

(Continuará)

6/13/2006

La cronica más larga no musical que se haya escrito sobre un acontecimiento musical (3ª Parte)


No quiero que con mi anterior comentario pudiera parecer que no me gustaron los Drones me gustaron, pero es que sus canciones algunas me parece que no están a la altura. Y no quiero empezar ahora una discusión entre la calidad de las canciones del primer disco de los Strokes–banda horrorosa en directo , con muy buenas canciones– y The Drones–banda con una magnífica puesta en escena y dedicación pero con canciones más incomibles que un estropajo–. Es más cool decir que los Drones molan más, además es que el último disco de los de New York ha resultado un truño.El caso es que casa vez echo de menos grupos con canciones, hasta me gustan algunas de los Artic Monkeys, lo confieso , me estoy haciendo blando, estoy tan necesitado que ayer me puse a los Planetas y luego a Chucho que ya no estoy ni para traducir.

Después de los Drones, la banda que asumía la responsabilidad de destrozar el escenario Rockdelux eran Motorhead. Antes nos habíamos acercado al otro escenario donde tocaban No Neck Blues Band. Arrastré a mis amigos a ese escenario, a ver a ese grupo y todavía me caen collejas, igual que a la china del grupo que se le caían los platillos. Sólo nos quedamos a su primera e interminable canción; por eso nos perdimos el inicio de Motorhead que lo que hicieron, lo hicieron perfecto. A Ana que le gustan mucho, lo disfrutó. Reconozco que estuvo entretenido y que resulto muy ilustrativo de la potencia y capacidad de las bandas de hardcore clásico. Uno se empieza a temer que traigan a AC/DC. Pues ya puestos que le echen huevos y se atrevan con Sex Museum, que acaban de sacar nuevo disco.

Después de Lemmy, Pete Doherty. El concierto lo vi sentado desde la grada, sonaba fatal, horroroso, yo estaba bastante puesto y no estoy en disposición de criticar lo puesto que iba el ex líder de Libertines, pero por lo que me han contado parecía un guiñapo, se tambaleaba, no paraba de fumar y se despistaba. Este chico tiene fama de yonkie y de malote, ya no es una estrella del rock hay permiso para vilipendiarlo, denunciarlo y maltratarlo. El piloto del avión le denunció por pincharse en el baño pero luego resultó que no había restos de droga en ningún sitio. A este chico sólo le queda arrepentirse y pedir perdón a la sociedad, salir en programas de desintoxicación y a ser posible cortarse el pelo y hacerse religioso. Es una pena porque los dos discos de los Libertines están muy bien y el Down in the Albion tiene cosas interesantes pero este chico al igual que la chipionera, nos están retransmitiendo su muerte en directo. Es estúpido. Es su vida. No creo que vuelva a un concierto de él.

Creo aunque no recuerdo muy bien que nos movimos, nos cambiamos de escenario y nos encontramos con un mogollón de suecos que se llamaban I’m from Barcelona. Resultaron divertidos, anecdóticos. Una vez vistos no hace falta insistir más veces. El sonido me recordó terriblemente a The Go Team, espíritu de baile. Reconozco que lo pasé bien, el grupo creo que también.

Creo que era la segunda vez que veía a Yo La Tengo. En esta ocasión Ira Kaplan y los suyos se mostraron completamente diferentes, en aquella ocasión me parecieron muy pop y hasta Naif en esta había un importante componente noise, como si de alguna manera quisieran continuar a su modo el ejercicio de guitarras que se había desarrollado en ese escenario durante la tarde y la noche. Estuvieron bien pero hay grupos a los que por carisma y por historia hay que exigirles más.

El día termino con 2 Many Djs que me gustaron muchísimo, mucho más que otras veces, estaría más despejado, más predispuesto.

A las cinco salimos del Forum, J de los Planetas sale delante de nosotros. Llegamos al hotel a penas duermo, me despierto pronto, compro, libreta y portaminas y me pongo en la Churre a escribir las críticas del día anterior, luego llega Ana que se había ido prontito mientras tocaba el Doherty –lógico–. Menos Pablo que se quedó en la habitación nos pusimos todos a dar una vuelta por las inmediaciones y descubrimos La Rambla del Raval que es como Lavapiés pero más bonito y más de Pakistán. Según te adentras las calles se vuelven más angostas y sucias, que no conocen la restauración, los carteles de las tiendas no estaban en castellano, no estaban en catalán, estaban rotulados en miles de caracteres de origen persa, indio o tandorí. A medida que volvemos hacia la ronda de San Pau aparecen las bicicletas, la gente moderna.

Llegamos a una terraza y nos sentamos buscando el huidizo sol de aquel brumoso día de Junio. (continuará)

6/12/2006

Lo que no contaran las crónicas del Primavera (2ª Parte)


El Jueves es el día más descargado de actividad, nos dio tiempo a echar la siesta. No obstante ya nos mostramos en el metro sobrados haciendo trasbordo con la línea 3 en lugar de con la 2, la diferencia era tener que atravesar un pasillo de 1000 metros, a la ida cuando vas con ilusión, no pasa nada, todo trecho se hace corto, a la vuelta, con nuestro cuerpo ajado y nuestro espíritu por los suelos, parecía que estábamos ascendiendo un puerto con rampas del ocho por ciento. Tardamos un día en recordar que el año pasado no anduvimos tanto y como si el plano de metro fuera un sudoku, no despegamos nuestros ojos hasta descifrar el enigma, nos costó un poco, al final lo logramos.

Antes de entrar en el recinto del festival nos tomamos unas cervezas el un bar muy próximo que hacía un buen negocio mientras una especie de maruja, autodeclarada vecina del ¿barrio? Se quejaba amargamente por la nueva actividad que se iba a desarrollar en el Forum y que con probabilidad turbaría su descanso, ya tan maltrecho por la desazón producida por la marcha de La Chipionera.–Se va a enterar el Clos de quién son los vecinos–dijo la maruja, el del bar la observaba como si tuviera delante al tonto del pueblo, el sabe que en esos casos no hay que llevar la contraria y siguió despachado bocadillos y botellines de Estrella.

Yo ya no podía más, quería canjear mi entrada y entrar en el recinto. Ana era VIP así que se fue en busca del misterioso pase de mágicos efectos. Pablo, Cesar y yo entramos por la cola de lo borregos. Nos dieron una tarjeta que tenía dibujado el contorno de alguno de los personajes que han formado parte del artwork–que palabra tan malsonante, imagen gráfica, mejor–del festival. La peluquera maruja-moderna, el repartidor de butano indio-que no indie, aunque también podría ser–, el dependiente del bar. Me ha parecido una estupenda campaña de imagen, al estilo sonar, destacando más el concepto del festival en si mismo que los nombres que lo componen. Y este rollo artístico conceptual ¿A qué venía?

–Ah, ya recuerdo que me gustó la tarjeta.

–Sí, me pierdo, perdonen, lo confieso el Primavera me gusta mucho y me hace perder el hilo, no soy objetivo, luego veo a los grupos y no pasa lo mismo, mi entreguismo se circunscribe al festival que tiene la virtud de traer a gente interesante y en el momento justo, sin convertirse en una aglomeración de gente que sólo va a ver un grupo. También traen a viejas glorias, en algunos casos aciertan: Iggy Pop, The Pixies, Violent Femmes, Big Star; Motorhead; en otros se equivocan: Killing Joke, Human League; en otros lo intentan pero el recuerdo es demasiado fuerte frente a la pesadez del presente: New Order, Gang of Tour, Lou Reed .

Estaba yo diciendo que finalmente entramos en el recinto y entre el resol nos encontramos con lo que era una desconocida banda para nosotros, Southern Arts Society. Nos gustó, sonaba con corazón, el sol se mezclaba con la bruma y formaba una especie de película invisible a través de la cual se tamizaban los lánguidos sonidos de esta banda. Me pareció un pelín pretencioso, prometo escuchar su disco con interés. El cantante ha sido miembro de varias bandas importantes y llevaba siete años sin editar nada, al parecer está muy vinculado a Green Ufos donde se ha editado su disco. Lamento no tener una foto pero se las pediré a Cesar. Pongo una robada de la web del grupo, prometo estar más aplicado en otros momentos. Por aquel entonces nos encontrábamos frescos y bien alimentados. Después de un par de cervezas y un par de otras cosas, nos sentíamos preparados para los Drones. Este grupo sí que lo conocía, según el Ruta 66, la mejor banda de Rock del momento, son australianos, tienen pinta de lavarse poco y de vivir al estilo cutre del rock and roll. Además es una banda de rock con chica, lo que a mi me parece un elemento siempre atractivo–excepto en el caso de Yo La Tengo–. Empezaron muy rápido, con contundencia, me recordó el primer tema a John Spencer Blues Explosion, con más fuerza que pericía repasaron su repertorio, interesantes y rápidos algunos temas, monótonos y plomizos otros. Y luego pues se dedicaron a jugar con la guitarra, a distorsionar, a golpear con fuerza y la verdad es que consiguieron conquistar a un público todavía no muy numeroso pero súper concienciado de lo que iba a ver, parecía el día público Ruta 66–quizá por eso había tan poca gente viendo a una banda tan cojonuda como The Drones en directo–.

6/09/2006

Lo que otras crónicas del Primavera no contarán


Este año, para que no se diga, he anotado mi impresión de los conciertos en una libretilla, con lo que en los próximos días os aburriré con mis sagaces y despiadadas crónicas del Primavera Sound; pero también hay una serie de acontecimientos que merecen la pena ser contados, luego se olvidan y no pasa nada, pero a mi me da pena, así que empiezo:

Nos fuimos al Primavera Sound. Sin anestesia el jueves de mañanita cogimos un avión y en un abrir y cerrar de ojos estábamos en la Paza de Catalunya. El primer grupo lo formábamos PK, Cesar, Ana y yo, el viernes vendrían Elena y Carmen para conformar el equilibrio de sexos.

Antes del viaje Ana comprobó que por segunda vez algo nacía dentro de su cuerpo–la verdad era por tercera vez, pero mejor olvidar la anterior–. Alegría y prevención al mismo tiempo; hay que cuidarse, no me debo de pasar–decía ella–. Más adelante hablaremos de esté crecimiento interior que viene duplicado, sí lo que se oye, pero entonces no lo sabíamos.

El Hotel, el mismo que el año pasado. Este año no nos perdimos por las salidas del metro y llegamos a la entrada. Después de un rato comprobamos que la habitación era peor que la del año pasado, en la tele, que la dejamos puesta, se oía el murmullo de voces y estulticia del duelo de La Chipionera.

Tomamos unas cervezas en La Churre, al parecer estamos en un barrio que se llama Poble Sec pero si cruzamos una calle, llegamos a otro que se llama el Raval, que a mi me sonaba a mestizaje y no me equivocaba.

La Churre es una churrería que tiene una terraza perfectamente situada, en mitad de la calle peatonal y enfrente del BUSCOPIS, que es una inmobiliaria típicamente catalana pues en otro sitio eso suena mal.

Después de unas cervezas comimos en un estupendo restaurante que está en la calle Roser, se llama Rosal 34 y es cómo una rosa en un estercolero, es probablemente el único local de calle con un poco de estilo y con gusto. Comimos fantástico y a un precio razonable, a ese sitio volveríamos el sábado. Es curioso el año pasado estaba pero no nos fijamos o no nos atrevimos pensando que igual sería muy caro. Ilusos de nosotros salimos de ahí en busca de un bar donde tomar un pacharán y con ese criterio que tenemos los de Madrid que cualquier sitio que pone bar es un buen sitio, nos metimos en un bar dominicano, donde aparte de ignorar lo que es el pacharán, no se podía fumar y encima estaban viendo el entierro o lo que fuera de Rocío Jurado. Pedimos Ron, con algo de miedo, y permanecimos silenciosos viendo como todo el mundo nos observaba. (Fin de la primera parte)

5/22/2006

El delgado círculo natural de las cosas


Mis compañeras de trabajo me preguntan si he leído a Ken Follett,–la verdad no he leído nada de él, sin embargo sé que no me gustaría, conozco su capacidad para realizar libros con trampa y a quién va dirigido–. Como sé que no tengo que leer a Tom Clancy. Eso no quiere decir que no me gusten los libros malos, hay libros que he disfrutado mucho de Lucia Etxebarria, de Irvine Welsh, de Jose Angel Mañas, de Nick Horby que la gente dice que son malos, a mi me gustaron en aquel momento no pedía nada especial, pero la gente que sabe dice que son malos, en aquel momento con leer me era suficiente.

Me acuerdo de Ken Follet y de Dan Brown y de Julia Navarro y pienso que la gente que lee esos libros sólo busca entretenimiento, yo leía, sólo por puro entretenimiento, a los citados en el párrafo anterior porque siempre he sido un “moderniqui” con un acusado síndrome de Peter Pan.
Lo mismo aunque de otra forma le pasa a la gente que va en metro con La Historiadora, pues simplemente quieren entretenerse, no quieren pensar, no quieren introspección, no desean erudiciones ni monólogos interiores que les distraigan en la historia. Ellos están contentos, por mucho que la gente se empeñe están tan contentos ¿Cómo vamos a hacerles comulgar con ruedas de molino? No se puede, lo mismo pasa con la música.

Tokio Blues vendió más de 30.000 ejemplares el año pasado. Es mucho. Esto quiere decir que lo leyó más gente que la que habitualmente lee libros. Si la gente lo leyó es porque funcionó el boca oreja. Está claro a la gente le gustó. Como en música a veces a la gente que le gusta Melendi o la Oreja de Van Gogh también le gustan Coldplay o Fangoria. ¿Eso quiere decir que Coldplay o Fangoria hacen una mierda de música?¿Quiere decir que lo comercial es basura?¿La primera vez que escuchaste el Aserejé, no te sonó bien?¿A qué también te pasó con Hey Ya! De OutKast?

Esto nos explica que para tener éxito hay que traspasar la barrera de los moderniquis, de la gente que va al FIB o ve Ipop. Si es que para ti tener éxito es lo importante.

Podríamos proponer al igual que Italo Calvino la encuesta de ¿Porqué escribes? Se lo podríamos preguntar a Nacho Canut ¿Por qué haces música, porque compones canciones, porque actúas en directo? Estoy seguro que no todas las preguntas tienen las mismas respuestas.

Resulta que La 2 es un canal alternativo. Es como Radio 3 que es la emisora en cadena que menos audiencia tiene. La 2 tiene tan poca audiencia que es más alternativa que una emisión por un medio no convencional.

Luego está lo de La China Patino ¿Es moderna? ¿Es cosmopolita? ¿Te pone?–A mi no me pone, pero verdes las han “segao”–.digo, como queriéndome disculpar. El caso es que Jesús Ordovás, el sempiterno, el maestro, el único, el auténtico tiene carta blanca para hacer un programa de música en la tele –¿En la tele?– Sí, en la tele –¿La misma de Supervivientes y Salsa Rosa y Matías Prats?– La misma, otro canal pero el mismo medio. Esto quiere decir que alguno haciendo eso que empieza por z –¿zorrear?– No, zapping con el mando. Pues eso, uno puede zapear desde la China Patino a Cámera Café. Pero que no, que nadie ve Ipop, que sólo lo ven los mismos que ya estaban interesados por estos temas previamente. Es como Estravagario. Que el señor de barba sale y en algunos momentos nadie está pendiente. Hablando de Carta Blanca, va a ser el nombre de un programa nuevo de la 2

La cuestión de la que yo quería hablar era que si el producto que realizas, música, pintura, video, tv, libros, no traspasa las barreras de lo esperado, de su público natural, no pasa nada, es lo normal, pasa por no hacer concesiones. Si el libro, o la obra, o lo que sea se vende, trasciende de su círculo natural es por una razón: por las concesiones y si no las hay se buscan. El artículo de consumo general–con honrosas excepciones, que según más marginal sea el círculo natural del que hablamos hay menos excepciones– repito el artículo de consumo general no puede ser arte y si lo fuera hay que hundirlo, el hecho de que se venda es un punto en contra nunca a favor.

Tokio Blues fue declarado mejor obra de ficción en el 2005 por Rock de Lux. No es para tanto. Es curioso. Estos que le quitan el pan y la sal cada año a los personajes que fueron moda el año anterior. Deciden que un libro simple, entretenido a ratos, es el mejor del 2005. Entiendo que algunos no se lo leyeran, que no sean exhaustivos, lo comprendo, no tienen porque hacer lista de libros; pero no, les pone cachondos la realización de clasificaciones: la lista, la ordenación que genera polémica y desazón, porque si sólo dices lo que más te ha gustado y no lo ordenas, las injusticias se minimizan, pero lo que hay que hacer es vender revistas.

A todo esto la mejor novela del 2005 fue publicada en Japón en 1987. Si estos chicos tan listos lo supieran.

5/19/2006

El final de Tokio Blues lo desenmaraña Lector Malherido


Si alguien desea leerse la novela y es de aquellos que no quiere saber con antelación su nudo y desenlace, con el fin de sorprenderse y agarrarse por la trama–en el hipotético caso de que la trama de esta historia cautivara y te mantuviese suspendido y ausente sólo pendiente de su desenlace, que no lo es en mi humilde opinión–.Insisto, si alguien que lea esto, no ha leído el libro y piensa hacerlo le ruego que se salte los párrafos en negrita. Como Malherido la destripa, yo también tengo derecho, además mi destripe es menos dañino, sí, apenas tiene audiencia.

La historia previa al libro la conté en la entrada anterior. El problema es que cuando empecé ya había sido advertido por Ana y por Malherido–cada uno en su estilo–de que el libro tenía gato, el hecho de Rockdelux la declarase mejor novela del 2005 no hace sino añadir algo más de confusión al asunto y mi retraso en leerla no ayudó a mi reparos al hacerlo, pero necesitaba algo ligero que leer después de Contra Natura–esto también lo conté en la entrada anterior–.

La historia es la de un adolescente japonés, pero la novela se inicia con el adolescente–que ya no lo es, que ha crecido–aterrizando en Hamburgo, suena Norwegian Wood en el hilo musical, flash back sus tiempos de la universidad, vivía en una residencia, con un tío raro al que denomina Tropa de Asalto–este personaje desaparecerá en mitad de la novela sin que se sepa de su paradero, destacaba por su orden y limpieza y ejercicios físicos matutinos. Es posible que el personaje fuera real no me imagino alguien tan insulso fruto de la imaginación–.
El adolescente japonés es un chico solitario, independiente, no se casa con nadie, lee con insistencia y deleite el Gran Gatsby. Su único amigo se suicidó después de jugar con él al billar. Tokio es una ciudad grande pero no lo suficiente para que él se encuentre con la novia de su amigo muerto. Se ven los domingos para pasear. Nuestro protagonista conoce a un chico pijo y adinerado que se hace amigo suyo por el hecho de verlo leyendo El Gran Gatsby, supongo que decide que eso es cool. Ese hecho le hace incrementar su nivel de consideración dentro de la residencia universitaria, esto no lo entendemos porque no somos japoneses, si lo fuéramos lo entenderíamos. El final de los sesenta fue una época revolucionaria en todo el mundo, Japón no podía ser menos, pero los revolucionarios, las cédulas revolucionarias son vilipendiadas por inconsistentes, el ya lo tiene claro, incluso cuando era adolescente y no se podía saber de las quiebras e incongruencias de los planteamientos antisistema él ya lo tiene claro, pero no piensen que es un facha, no, él protagonista se desmarca en todo momento de los planteamientos de exaltación nacional–el acto de homenaje a la bandera por las mañanas, la caricaturización de los fascistas, lo suficiente para que observáramos su total independencia, es tan independiente que aunque va a clase se niega a contestar cuando se pasa lista, como si estuviera en huelga, pero no cualquier huelga, su huelga, es un estoico, un quijote, eso es lo que quizá admira a otra chica, a la única normal con la que se relaciona–.
La historia tiene tres relaciones o dos relaciones principales y varias sub-relaciones.

a) Con la novia de su amigo muerto.
1. Con su compañera de habitación del sanatorio después de haberse suicidado. Sí otra que se suicida.
b) Con la compañera de clase de teatro en la universidad
c) Con la novia de su amigo de buena familia. Esta también se suicida.

Por tanto estamos ante tres relaciones que terminan en suicidio y una la de su compañera de universidad con la que no termina de culminar hasta que veinte años después al terminar el flash-back decide llamarla y lo que es mejor, ella le coge el teléfono.

Dice Malherido con sorna que el final está bien. A mi me parece que cuando se habla de la adolescencia cada uno vuelve a su pasado al que tuvo y añora o al que hubiera querido tener y no disfruta. Quizá por eso sea tan difícil escribir sobre estos temas. Tokio Blues es sugerente, de alguna manera nos enfrenta con nuestra adolescencia, nuestros logros y fracasos del pasado, los amores malogrados, las palabras no dichas, las equivocaciones dañinas que un día nos separaron de alguien para siempre ¿Tú la llamarías? Yo no.

5/10/2006

El final no está tan bien

Hace unos meses estaba en Barcelona por trabajo. Mi oficina de Barcelona está junto a la Plaza de Cataluña que además de ser un lugar espacioso e iluminado esta cerca de la FNAC.

Quizá algún día hable de mi relación amor-odio con la FNAC pero hoy quiero hablar de uno de los libros que me compré en esa ocasión. Lo vi en el expositor y mientras los sostenía pensaba–ostia el escritor japonés este tan famoso, del que todo el mundo habla tan bien y además está en un expositor en lugar preferencial, me lo tengo que comprar y que portada más bonita, que título tan evocador: Tokio Blues, Norwegian Wood–. Como pueden imaginar me lo compré, me lo compré tan satisfecho que al pagar miraba de reojo a la cajera a ver si me decía–¡Oh, Tokio Blues, qué buen gusto!–.

Cuando llegué a casa pospuse su lectura, había un libro de un tal Roberto Bolaño, Los detectives salvajes, que requería mi atención. El libro de Haruki Murakami, el que les he comentado antes, el que compré entre otros en la FNAC, cayó en los brazos de Ana, que después de ojearlo lo secuestró y se convirtió en su lectura.

Yo la preguntaba según progresaba en su lectura que cómo estaba el libro–está muy bien– me decía, debía de estarlo pues avanzaba a buena velocidad. Mientras, yo seguía enfrascado en las correrías de Arturo Belano y Ulises Lima, los detectives salvajes, obnubilado y casi secuestrado, así que pronto olvidé a Murakami.

Un día Ana terminó el libro y me dijo–al final no está tan bien, el comienzo era mejor– Me quedé un poco preocupado porque yo me fío mucho de su criterio y eso no era un buen presagio. No recuerdo si por aquel entonces había terminado los detectives, sólo sé que el siguiente libro que empecé fue Doctor Pasavento.
A veces pienso que debería seguir un criterio para elegir el orden de lectura de los libros. Con Doctor Pasavento actué de una forma parecida a cuando compraba discos, a los pocos días de editarse ya había comprado el libro y lo estaba leyendo.
El problema para Tokio Blues en esta ocasión fue que Doctor Pasavento contiene miles de referencias a otros y no pude evitar en otro viaje a Barcelona comprar en la librería Catalonia, Mis amigos de Enmanuel Bové y Jacob von Guten de Robert Walter, que fueron leídos con la misma urgencia que tiene el yonqui para inyectarse el jaco.

Tokio Blues, por su parte, fue prestado a Blanca, una vecina nuestra, que debió de verlo en casa y supongo que preguntaría si estaba bien, o afirmó que alguien en el trabajo le había hablado de este libro y quería leerlo, no lo sé la cuestión es que Ana se lo prestó. A mi me da un poco de repelus prestar libros, y más si no los he leído. Un viejo amigo decía, citando a alguien, supongo “Hay dos clases de idiotas: los que prestan libros y los que los devuelven”. Pero Ana es mucho más generosa, ella si confía en alguien, le ofrece todo. De todas maneras mis temores eran infundados, el libro tras un periodo en manos de Blanca, volvió pacifico a nuestra librería. Por cierto a Blanca también le paso algo parecido–Empieza bien, pero luego pierde–.

Como Tokio Blues no estaba disponible, otros libros ocuparon su lugar en el orden de prioridades de lectura–si este existiera, pero la frase queda bien–. Hasta que hace unas semanas terminé Contra Natura de Alvaro Pombo, este libro no apareció en mi lista de prioridades, fue una urgencia. Terminé Brooklyn Folies de Auster mientras comía. No pude resistir la tentación y me terminé el libro. Debería haberme dejado unas treinta páginas para hacerlo en el metro, pero no lo pude remediar–Y ahora qué leo a la vuelta–pensé, así que me metí en el VIPS y entre el olor a refrito de la mesa de novedades–huele a refrito porque se cuela el resquemo de la cocina, no por las novedades en si mismas–me dejé capturar por un libro que tenía poco de urgencia y de sustituto para una vuelta en metro. La lectura de Contra Natura ocupó dos semanas escasas. Me había gustado era un libro espeso, lleno de vericuetos, reflexivo, evocador y sincero. Me ha parecido un libro sincero. A pesar de que usa un lenguaje complejo es un libro de alguien que escribe desde las entrañas, es un libro valiente que no busca el favor de los lectores, ni de los intelectuales.

¿Dónde estaba? ¡Ah! Sí después del libro de Pombo empecé Tokio Blues, mañana hablaremos de Tokio Blues. Por cierto, por la mitad de Tokio Blues estuvo a punto de cruzarse La lechuza ciega pero esta vino mal encuadernada.

5/05/2006

El día que nací yo



Esta canción, Hello Goodbye de los Beatles fue numero uno en Inglaterra en el día que yo nací. No sé cuantos números uno tuvieron los Beatles en el 67 pero no está nada mal.

Ana ha tenido más suerte todavía. Ella nació el día que era Número 1, Honky Tonk Women de los Rolling, todo un temazo.

Y Lucia como ya es del siglo XXI le tocó nacer el día que era número uno Lady Marmelade de Cristina Aguilera (aggg). El signo de los tiempos: vamos en picado.

Si quieres consultar qué era número el día que fumaste tu primer porro no tienes más que darle aquí

5/04/2006

El maniquí detrás de la cortina


El maniquí detrás de la cortina nos narra la historia del joven iraní: Mehrdad, enamorado en París de un maniquí, que compra y se lo lleva a Teherán, donde su novia: Derakhchande, lo ha estado esperado durante cinco años.
La novia se da cuenta del amor o la obsesión que Mehrdad tiene por el maniquí, y tras intentar infructuosamente, en base a burlas, anular esa pasión por la rival de cartón-piedra, decide convertirse paulatinamente en ella. Se pinta el pelo de rubio, se viste como el maniquí, y ensaya la perenne sonrisa feliz-fatal de la muñeca que ha logrado usurpar el corazón de su novio. Un día que Merhdad está muy deprimido, y ebrio, se anima finalmente a deshacerse de su imposible ilusión y a cuchilladas despedaza a su muñeca. La sangre regada por el suelo le hace descubrir horrorizado que en realidad ha asesinado a Derakhchande, que estaba en el puesto del maniquí, detras de la cortina, lista para darle la coqueta sorpresa de su total transformación.

Este es el resumen de un cuento de Sadeq Hedayat, el Kafka iraní.

Me parece una historia muy triste. Es sólo un resumen, no la he leído, me parece muy buena historia. Si clickais en el nombre hay varias historias aunque lamentablemente en inglés.

Quizás algún día seamos capaces de liberarnos de todas nuestras cadenas y amar con intensidad, con insistencia, hasta el agotamiento, donde no importan los días, ni las noches, ni los soles, ni las lunas, ni el mar, ni las olas , ni la soledad, ni el color de la tele en color.

Este párrafo ha quedado pastoso, muy pastoso

4/17/2006

El sueño de Pascua



Esta semana que empieza lo hace somnolienta por los días de pascua, osea vacaciones, que hemos tenido la anterior. Ana, Lucia y yo, la unidad de destino en lo personal que constituimos, hemos estado en León. En León no pasa más en semana santa que pueda pasar en Zamora o en Valladolid con la excepción de Genarin que para que veais su raiganbre y cosmopolitismo está en wikipedia y aunque sea únicamente Don Julio Llamazares quien establece el panegírico, es fiesta de borrachos divertida donde las haya y más pagana que un mordisco en teta de novicia.

En la noche previa al genarín, es decir la que va del miercoles santo al jueves, mi vejiga no dio más de si y a eso de las ocho me levanté a mingir. A etsa disfunción orgánica se le sumó una onírica que me permitió por primera vez en mi vida acordarme de un sueño.

Lo más sobresaliente es que lo escribí y como no me siento en disposición para hablar de Genarín, que también lo hizo el cazurro de Llamazares y no pienso hablarles de los fastos de la pasión, que para eso está nuestro recién investido Cañizares, el cardenal, no el del Valencia, me dispongo a ilustrarles con un mostrencada propia de mi espíritu desordenado y egocéntrico, este es mi sueño:

Veo un autobús repleto de adornos futbolísticos, dentro hay hinchas, parece que son ingleses aunque no responden al arquetipo que tengo de los supporters, van con el pelo largo y bigote, la mirada perdida, es como si fuera el autobús de los alegres bromistas que se han hecho futboleros. Hablamos con un chica que no parece tener nada con el fútbol, lo hacemos en inglés, nos ha salido natural, quizá queríamos que nos comprendiera desde un primer momento. Su pelo es rubio y sus ojos son azules, esta bastante maquillada. Hace un amago de irse con nosotros pero al final se arrepiente, se tumba sobre mí y mientras beso su cuello la espeto a que lea a Roberto Bolaño. Pasados unos minutos desaparece. Caminamos un poco y llegamos a un gran edificio una especie de monasterio, pero está semiderruído, casi abandonado sino fuera porque a través de las paredes casi caídas vemos camas ocupadas por chicos y chicas. Nos dicen que son los célibes y que llevan allí desde que empezó la guerra. No sabemos a que guerra se refieren, no hay cuidador o responsable alguno a quien dirigirse. Después de un rato con ellos descubrimos que la chica rubia del autobús había vivido allí hace algún tiempo. Nos piden dinero pero no tenemos, meto mi mano en el bolsillo y aparecen miles de billetes que yo no había puesto allí. Se emocionan nos dan la gracias. Nos conducen a un estancia llena de mesas con manteles salmón, es un restaurante, no hay camareros, en un lateral hay una cristalera donde estén tres piscinas de agua verdosa y cubiertas de hojas muertas. Un hombre se acerca, se autodenomina el encargado, nos indica la mesa donde debemos sentarnos. Mis dos acompañantes prefieren ir a la piscina, les advierto sobre las aguas pero ellos me ignoran, no vuelvo a verlos. Informo a un hombre vestido de oscuro que mis amigos se van a bañar en las piscinas, el hombre se muestra atribulado pero a los pocos instantes vuelve a ocupar su posición. Vuelvo hacia mi mesa pero está ocupada por una matrimonio con dos hijos, al verme llegar se levantan pero yo les indico que sienten, el hombre me pregunta por Sol, no sé quién es pero interpreto que es la chica rubia a la que besé, le digo que se marchó, el hombre me dice que está buscando a Roberto Bolaño.
Me despido, dejo dinero al hombre de oscuro para que se haga cargo de todo. Me comenta que los funerales serán mañana a mediodía, no sé a qué funerales se refiere me dirijo a la salida.
Salgo a la calle, el cielo añil se aviva, las nubes se diluyen y la estrella incandescente se acerca cada vez más, las plantas se decoloran sobre un horizonte borroso. Empiezo a tener sed pero no puedo entretenerme. Hay tenderetes de telas y bisutería ambos lados de la avenida. No circulan coches. Un chico de unos seis años se me acerca y se me me ofrece como guía.­­–No se muy bien a donde voy–, le doy unas monedas y continuo mi camino. En la parada del autobús hay una larga cola de persona en su mayoría mujeres y niños que vienen del rastro. Pasa un rato hasta que llega el autobús, aprovecho para conversar con la gente, una señora observa mi pulsera y me pregunta si vengo hospital, la digo que no sé y mirando la pulsera la indico que llevo esa pulsera desde que me desperté.
Subo al autobús pero dentro no reconozco a nadie de las personas que estaban conmigo en la cola. Parecen todos iguales, tan tristes, tan serios, tan callados, como si fueran a fusilar a alguien.
El viaje discurre por una carretera estrecha recién asfaltada, el alquitrán brilla hiriente a punto de derretirse, no hay señalización pintada en el suelo, no hace falta sólo cabe un vehículo, tenemos que echarnos a la cuneta de vez en cuando para evitar colisionar con los escasos vehículos que vienen de contrario.


4/11/2006

carne viva y tuétanos


¿Qué es lo que buscan los artistas?

¿Expresarse? ¿Reconocimiento? ¿Dinero? ¿Éxito?

¿Se arriesgan lo suficiente?

¿Extraen el contenido de sus entrañas y nos lo exponen? ¿Nos lo prestan? ¿Nos lo entregan?

¿Dicen lo que queremos oir? ¿Pensamos acaso que nos ofrecen algo distinto?

El artista que mea en una pared y sugiere que es arte ¿Cree que es arte? ¿Está pensando en que es tan absurdo que lo podemos considerar arte?

Si la obra nos estremece ¿Es mejor que si nos deja interroga?

¿Disimulamos nuestros pedos cuando estamos a solas?

¿Reconoceríamos abiertamente cuando actuamos exclusivamente de cara al galería?

¿A qué renunciaríamos a cambio del éxito?¿Al dinero? Y un huevo.

Nos conformamos con poco, sí pero queremos casa y comida. Y diversión. Eso incrementa la necesidad de dinero a corto pero a largo nunca se sabe.

¿Son tan malos los críticos de arte como los de música? De música hay más. Para ser crítico de arte no basta con escuchar musica. Hay que diferenciar la técnica de la mierda. A veces hay mierda muy tecnificada. El que no tiene técnica sólo le queda la mierda para que acercarse al arte.

¿Siempre que dices te quiero, lo dices realmente o es lo que espera el público de tí? Qué es la vida sin fingir.

Nos importa lo que aparenta importancia y trascendentalidad o lo cambiaríamos por un buen subidón y un polvo como es debido.

¿Comerías tu plato favorito todos los días o prefieres creer en los consejos de los periódicos y realizar una dieta equilibrada?

Un minuto duró la agonía del conductor después de empotrarse con el quitamiedos.

4/10/2006

Sarah Kane



Sarah estaba cansada, se imaginaba a si misma como un cuchillo ensangrentado que se mueve sin control en busca de nuevas victimas. Sarah terminó con su vida a los 27 años. Ian Curtis murió a los 22. Ambos se ahorcaron. Ambos habían intentado acabar con sus vidas previamente pero no lo consiguieron. La muerte de Sarah me parece horrible, se mete miles de pastillas pero su compañera de habitación la rescata en el último momento y termina ahorcándose con sus cordones cuando había salido del sopor en el hospital. La depresión es una putada. Dos fragmentos.



“-Tomaré una sobredosis, me cortaré las venas y luego me colgaré-¿Todas esas cosas al mismo tiempo? -Sería imposible interpretarlo como un llamado de auxilio”

“Hagámoslo con las drogas, hagamos la lobotomía química, bajémosles la cortina a las funciones más elevadas de mi cerebro y a lo mejor voy a ser un poquito más capaz de vivir.”


Yo no conocía a Sarah Kane, no sabia de su existencia. Yo no tengo ni idea de teatro. Creo que he visto Luces de Bohemia y 54 Charing Cross y la Catarsis del Tomatazo y dos más que vi en la sala Cuarta Pared que no me acuerdo ni cómo se llamaban, una era una especie de ballet raro argentino sobre los desaparecidos y otra era una especie de trilogía.
No he leído una línea de Sarah Kane pero estoy completamente predispuesto a que me guste. Me resulta tan cercana.
Estoy escribiendo una novela, llevo un año en ella, la verdad es que no es verdad que lleve un año. Empecé hace un año, es más correcto, más o menos a la vuelta del Primavera Sound, finales de mayo y avancé bastante pero la historia se atascó. Posiblemente porque se me acabó y empecé a desbarrar. Mi novela trata de amor, de los momentos, de las decisiones, de la memoria, de los recuerdos y su influencia, de la felicidad y la vida. En mi novela hay una píldora que te da la felicidad pero te borra los recuerdos y si no tienes recuerdos no tienes preocupaciones. Se quiere por instinto o se quiere por recuerdo. Es algo visceral, volitivo. No es Matriz. Es MDMA sin resaca, sin depresión. La depresión es una putada.
A mi me va a gustar Sarah Kane y la voy a meter en la novela. Qué cara más dura que tengo. Me gusta ella porque le gustaba Joy Division y los Pixies y Ben Harper (esto me descuadra más).
Creo que me gustaría escribir un artículo sobre ella, pero por ahora lo más que puedo es leer sus obras de las cuales sólo están traducidas dos al castellano 4:48 Psicosis y Craver.
En España esta artista a penas existe, en Argentina, en cambio, es donde se representan sus obras, donde se publican sus traducciones.

Leeré las traducciones y cuando terminé las leeré en inglés. Lo que pasa que mi inglés es funcional, útil y poco brillante; no distingue la belleza la fealdad. Cuando leo en inglés me siento como cuando escucho música debajo del agua. Claro que si las obras hubieran estado en alemán no existiría nada.

A tu salud Sarah