4/10/2006

Sarah Kane



Sarah estaba cansada, se imaginaba a si misma como un cuchillo ensangrentado que se mueve sin control en busca de nuevas victimas. Sarah terminó con su vida a los 27 años. Ian Curtis murió a los 22. Ambos se ahorcaron. Ambos habían intentado acabar con sus vidas previamente pero no lo consiguieron. La muerte de Sarah me parece horrible, se mete miles de pastillas pero su compañera de habitación la rescata en el último momento y termina ahorcándose con sus cordones cuando había salido del sopor en el hospital. La depresión es una putada. Dos fragmentos.



“-Tomaré una sobredosis, me cortaré las venas y luego me colgaré-¿Todas esas cosas al mismo tiempo? -Sería imposible interpretarlo como un llamado de auxilio”

“Hagámoslo con las drogas, hagamos la lobotomía química, bajémosles la cortina a las funciones más elevadas de mi cerebro y a lo mejor voy a ser un poquito más capaz de vivir.”


Yo no conocía a Sarah Kane, no sabia de su existencia. Yo no tengo ni idea de teatro. Creo que he visto Luces de Bohemia y 54 Charing Cross y la Catarsis del Tomatazo y dos más que vi en la sala Cuarta Pared que no me acuerdo ni cómo se llamaban, una era una especie de ballet raro argentino sobre los desaparecidos y otra era una especie de trilogía.
No he leído una línea de Sarah Kane pero estoy completamente predispuesto a que me guste. Me resulta tan cercana.
Estoy escribiendo una novela, llevo un año en ella, la verdad es que no es verdad que lleve un año. Empecé hace un año, es más correcto, más o menos a la vuelta del Primavera Sound, finales de mayo y avancé bastante pero la historia se atascó. Posiblemente porque se me acabó y empecé a desbarrar. Mi novela trata de amor, de los momentos, de las decisiones, de la memoria, de los recuerdos y su influencia, de la felicidad y la vida. En mi novela hay una píldora que te da la felicidad pero te borra los recuerdos y si no tienes recuerdos no tienes preocupaciones. Se quiere por instinto o se quiere por recuerdo. Es algo visceral, volitivo. No es Matriz. Es MDMA sin resaca, sin depresión. La depresión es una putada.
A mi me va a gustar Sarah Kane y la voy a meter en la novela. Qué cara más dura que tengo. Me gusta ella porque le gustaba Joy Division y los Pixies y Ben Harper (esto me descuadra más).
Creo que me gustaría escribir un artículo sobre ella, pero por ahora lo más que puedo es leer sus obras de las cuales sólo están traducidas dos al castellano 4:48 Psicosis y Craver.
En España esta artista a penas existe, en Argentina, en cambio, es donde se representan sus obras, donde se publican sus traducciones.

Leeré las traducciones y cuando terminé las leeré en inglés. Lo que pasa que mi inglés es funcional, útil y poco brillante; no distingue la belleza la fealdad. Cuando leo en inglés me siento como cuando escucho música debajo del agua. Claro que si las obras hubieran estado en alemán no existiría nada.

A tu salud Sarah

1 comentario:

Qué adelantas sabiendo mi nombre? dijo...

Arturo: Llegué a ti buscando referencias a la obra de Sarah Kane, a pesar de que mi acercamiento no fue a través del teatro, sino como una búsqueda de más "literatura". Di con Psicosis 4.48 y también pude leer Ansia, la intensidad, el delirio y la fortaleza de Kane para desnudarse de esa forma es fantástica. Ha sido un gran descubrimiento.

Estoy inaugurando blog el que pretende ser una "casa de citas" de los libros que he leído, además de abordar temas de género. Tal vez te animes a visitarme.

Un abrazo