1/19/2007

Gregario


Yo sí sé lo que es el significado de la palabra gregario. Lo sé porque conozco al mayor gregarario de todos los gregarios: yo.

No me restrinjo a esas ventoleras que me hacen participar en todo en todo lo participable, como las reseñas a los nueve cuentos de Salinger, tampoco a mi asociacionismo compulsivo, que a lo largo de mi vida me ha llevado a ser cristiano, tuno, treakie, radioaficionado, fan de belle and sebastian y muchas cosas más, que no me atrevo a repetir.

Yo sé a qué me refiero pero me averguenzo de ello.

Podría pensar que soy cobarde, pero no lo soy. Soy gregario.

La gente confunde la buena gente con los gregarios.

Yo ya conocía el significado de la palabra pero pensaba que era egregio.

Eso nos decía el cura que nos enseñaba latín en los agustinos, no seais gregarios sed egregios.

Por ser como soy, tan gregario, mi futura ex jefa se ha evitado estos días de alguna situación embarazosa, pero mañana se termina este tormento que me he autoinflingido.

Ahora que lo pienso no sé si lo he hecho por dinero, por gregario o por quedar bien. Eso que se dice: quedar bien cuando te marchas del trabajo. Qué absurdo, como si fueramos marquesas en vez de empleados.

1/03/2007

Los libros no leídos


Leo El Cultural de esta semana y hablan de libros que no he leído y otros que sí. Es curioso como consideran que las obritas de Vargas Llosa y Eduardo Mendoza están incluidas dentro de lo mejor del año. Una vez más me viene a la cabeza la idea de que las listas son un timo, una mera maniobra comercial sin miedo a caer en la incongruencia. Siempre pienso que lo mejor es no tomar estas clasificaciones en serio, simplemente conocerlas y dejar que las arbitrariedades provoquen nuestra sonrisa. Es inútil cabrearse porque casi nadie se acuerde de Parpadeos de Eloy Tizón. Mejor es pensar que una copia de la misma reposa en las estanterías de los participantes de la encuesta, a la espera de que tan egregios colaboradores dispongan de un momento más oportuno para conocerla y disfrutarla. Estoy tan seguro de que el ostracismo de esta obra es por su desconocimiento que no me enfado, simplemente siento lástima por la gente que sólo tiene tiempo de leer obras de antiguos maestros, confeccionadas casi como actos administrativos y se pierde los destellos inauditos de la prosa de Eloy Tizón.
Sé que no todos son iguales algunos la han nombrado, será porque la han leído.